De cierta manera a todos nos gusta sentir peligro, es algo que libera altos niveles de adrenalina y dopamina en nosotros, produciendo un estado de alerta máxima e intensos sentimientos de placer y satisfacción. Una vez que logramos romper la barrera y superar el riesgo, los torrentes de estos químicos generan un estado de éxtasis.
Ahora, ¿se imaginan combinar el miedo con la excitación? El resultado es un boom de placer, producto de todas las sustancias que generamos para tener un mejor desempeño durante un encuentro sexual.
La suma de la excitación y el miedo a ser vistos, son factores por los que el sexo en público es el favorito de muchos. Queremos que disfrutes este año plenamente y para ello te trajimos nuestros top de lugares para esos momentos en los que se nos olvida el control y nos dejamos llevar.
Parques. Llega cierta hora del día en la que estos lugares quedan desolados. Pueden encontrar un spot aislado y sentir sus cuerpos expuestos ante la naturaleza. Suena bien, ¿no?
Balcones. Un combo 100% ganador en el que tenemos lo mejor de ambos mundos, la seguridad de estar en casa con la cosquilla exhibicionista.
El auto. Definitivamente un must. Sabemos que no es lo más cómodo pero, ¿quién puede resistirse a estacionarse en una calle poco transitada y pasarla bien un rato?
La oficina. No podemos mentir, todos hemos fantaseado con algún encuentro en el escritorio o en algún lugar de nuestra oficina.
Baños públicos. Típico que en algún bar o fiesta, te tomas unos tragos y empiezas a sentir un calorcito muy peculiar. Si te gusta la emoción de hacerlo en público, el baño del lugar en el que estés puede funcionar bastante bien.
Azoteas. Vivir en departamento tiene sus ventajas, aprovechar las noches en la azotea es una de ellas. Ya sea para crear un ambiente romántico mirando las estrellas o por simple calentura, es una experiencia que vale la pena.
Aviones. Dicen las malas lenguas que los orgasmos en un avión son más fuertes por la altura. Es un dato que no me consta pero vale la pena investigar.
Elevadores. Siempre se puede aprovechar el espacio de un elevador para un rapidín y si esta cubierto de espejos mucho mejor, así puedes ver todo lo que sucede. Como nota mental, cuiden que no haya cámaras.
La playa. Uno de los lugares más recurridos y que seguramente varios pueden tachar de su lista. Lleven una toalla grande para no terminar raspados y llenos de arena.
En el agua. Atrévete a experimentar algo diferente y ten un orgasmo en la alberca. El agua les va a permitir probar posiciones que nunca se hubieran imaginado.
¿En qué lugares se les antoja perder el control? ¿Cuáles ya pueden tachar de su lista?
Nos leemos pronto.
Fer de Alva
